Habia una chica que por estas cosas de la vida, desarrollo una caracteristica que la descartaria de muchas decisiones en su futuro. Su inocencia de aquellos años quizás no la hizo ver de la importancia de esa caracteristica en una sociedad tan poco liberal y dejada hacia los estereotipos como lo es el ejemplar chileno. Nadie vería nada por cierto.
Lo cierto es que al pasar los años, su caracteristica la separó de muchos grupos, y socialmente ya no era aceptada por la gran mayoria, por lo que desde pequeña nunca acepto su error, que nunca fue un error por cierto, sólo una mala pasada del destino.
Con antecedentes infantiles, y como con todo, paso el tiempo desarrollando una coraza que no la deja ver todo, entre otras cosas, aquellas más bonitas de la existencia en esa tierra. Su coraza reflejaba todo hacia dentro, y si habia una critica, aquello tenia su origen en su mala suerte al haber cultivado esa caracteristica que le ha traido tantos complejos hasta ahora.
Lamentablemente pasa el tiempo, y la coraza lucha por quedarse, a pesar de con esfuerzo, haber quitado gran porcentaje de su caracteristica socialmente problematica. Habla de demostrarle al mundo de que pudo hacerlo. Hoy la incertidumbre sucumba todo su día. Desde si le harán una broma, hasta si debe comer. La desconfianza queda plasmada, y se le cae todo el pedestal armado al primer contacto con la humillación. El enfrentamiento la deja mal. Tanto que está sola dando vueltas y vueltas buscando una luz que le diga que camino tiene que seguir.
Y el apoyo facil es la primera expresión. Aunque no sea constante, aunque sea un imbecil que sólo quiera jugar un rato con ella, ya no discrimina ni piensa en que ella puede elegir. Busca el sentido social, y hasta parece causarle satisfacción una pisca de abrazo. Ovbiamente lo esconde. Que no se sepa, y que se diga - y mejor ni se mencione- que yo soy lo más normal del mundo, parece salir de sus labios. Y muestra esa imagen de "nadie me pisotea", como valorando su persona al más alto nivel, pero es debil por dentro.
¿Y si no podemos?, pero, ¿acaso eso no se podía?. No siempre tiene que haber condiciones estrictas, por favor no veas vallas donde no las hay, ni obstaculos que no se han impuesto para superar. El pensamiento condicionado crea dependencia del medio, y aquello te hace muy vulverable. Nuestros ideales tienen que ir siempre, aunque existan esas vallas, pero se superan a medida del tiempo, no apresures tus procesos creyendo que vas tarde, porque nunca es tarde. La frustración no puede superarte, porque te carcome cuando entra.
Y te manipulan, te mueven de aquí para haya, y tú muy necia les crees, como una pelota de tenis de mesa, esperas para no irte sola, no ves el sol cuando sale, ni mucho menos las cosas buenas dentro de las malas. Tú sabes que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
A nuestra edad, si que es importante el reconocimiento social, y nuestros esfuerzos por lograrla cuando no se tiene son enormes. Es tu perfil de vida, y está condicionado por la sociedad. Este caso es tan real como el teclado con el que escribo, y la pantalla en la que veo.
Así como hay personas crueles, el mundo no puede devolver todo lo que ellos quitan, la problematica es que lo que quitan son herramientas para el desarrollo de las personas a futuro, confianza en ellos mismos, y acertividad para encontrarla en otras personas. Y todos nosotros estamos en el mismo camino.
"Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una."
Las maquinas y nosotros funcionan diferentes pero iguales. Y no es que las maquinas no puedan hacer cosas que hacen los humanos, es que las personas tienen una dualidad. O funcionan como personas, ó como maquinas:
Una persona-persona funciona considerando que es un animal, que necesita placer a menudo, que sabe pensar e imagina, crea, pero cada cierto tiempo debe parar para descansar toda la energía que ocupamos.
Una persona-maquina funciona como tal. Fija un objetivo único o variado y no ve nada más que eso, no considera el circulo en el que esta envuelto, todo esta en pos que el objetivo sea cumplido, y el resto no importa. Y llega a casa, pero a seguir trabajando, porque las maquinas son para trabajar, y a veces puede cargarse en una superficie de recarga llamada cama, tal y como los celulares o aparatos a batería.
Y aquí está el tema. Que pasa cuando una persona como tal, necesita trabajar como maquina, y necesita trabajar como persona. Facil. Se vuelve un individualista. Porque a pesar que comparte con sus pares, conversa, crea, imagina y siente, muchas veces tiene que fijar su objetivo, cerrarse, ponerse a trabajar y seguir un rutina, y que ni se te ocurra aparecerte al lado a molestar, porque la respuesta no va a hacer un "me da lo mismo", aunque así sea. Tiene que cumplir. Ser exigido. Como cuando manejas, no puedes quitar la atención del objetivo, porque puede perderse, o perderte tú.
Pero para un adolecente, aquello es bastante particular. Pero a la vez, es común en un entorno exigente. La activación hormonal provoca muchos cambios, y generalmente la conducta cambia entre los 15-16 a los 18-19 años, al menos en los hombres. Y sucede que a pesar de "seudo-competir" con el del lado, puede que tus hormonas te digan lo contrario. Y el cambio es tan brusco que si lo ves, es tal y cual cambiaras de canal en la TV.
El XY comienza lentamente a buscar a su XX. Y va perfeccionando la forma de buscar, la forma de "crear" afinidad y los mecanismos pertinentes, como la seducción. Nunca todos al mismo tiempo, siempre hay adelantados, pero cuando ya se dan cuenta y les comienza a importar sus hormonas y como satisfacerlas, el resto no importa para nada. Y esa indiferencia se hace más latente aún cuando el entorno te exige cumplir como maquina.
Se comienza a buscar una afinidad "quimica" con otro-a, como cambiando cartas, tal cual testosteronas y feromonas. ¡Porque quieres que tu endorfina crezca en tu torrente sanguineo para sentir el elixir subiendo y bajando por tu cuerpo!, ¿no?.
Y todos comienzan inocentemente a acercarse. Sin decir nada a nadie. Creyendose más maduros, y algunos; más hombres. Comenzamos compartiendo cosas, y si pica lo que estamos pescando, jugamos las cartas. Pero el juego se pausa inmediatamente si no hay afinidad. Y buscan nuevo puerto. Se cae toda la serotonina.
A mi al menos me dio la impresión de una necesidad mutua, al menos cuando lo vi, si al final es el más puro instinto animal, escondido en la inocencia y las risas. Pero esta todo tan sistematizado, que ha todo le ponemos nombre y a veces es más agradable el silencio que tanta palabra. Al menos yo, voto por el lenguaje no verbal. Al final del camino siempre te encuentras con altos indices de dopamina, endorfina y aveces terminas con serotonina. Casi una droga por dentro.